Hoy, queremos hablaros de la nuez de macadamia, así, en general. Os contaremos de forma resumida su historia desde el punto de vista occidental, a modo de introducción a su uso en cosmética. Para evitar excesiva longitud, este fantástico fruto será el objeto de 3 posts: uno más general o de introducción, otro dedicado al uso de la nuez de macadamia en la alimentación y, para terminar, hablaremos de su uso cosmético. Aunque los dos primeros apartados nos alejan un poco del ámbito de esta web, siempre podemos alegar que el saber no ocupa lugar y permite hacer algún comentario a la hora del aperitivo.
Y, ya que hablamos de saber, apuntaremos de forma general que suele ser el compendio y resultado del trabajo y el esfuerzo de mucha gente. Así que, aunque no sea algo generalizado ni muy practicado en internet, añadiremos citas y enlaces a los trabajos o fuentes más significativos. Quien opine que es demasiado académico o pedante puede saltarse su lectura y quien opine lo contrario tendrá la posibilidad de acceder a esos trabajos más especializados..
La nuez de macadamia es el fruto de un árbol tropical, la única planta nativa de Australia que se cultiva en varias zonas del planeta. El árbol también es conocido como nogal de Queensland. Forma parte de la familia de las proteáceas de las que se conocen diez especies. Aparte de “nuez de macadamia”, su fruto es conocido bajo otros nombres tales como “nuez de arbusto”, “nuez maroochi”, o “nuez de Queensland”. Fue descubierta en su forma silvestre por los occidentales en el siglo XIX en Australia[1], aunque los aborígenes la conocían desde hacía la friolera de 5000 años. Suele pasar. Éstos la llamaban “kindal- kindal”, “jindilli”, “bauple”, “gyndl” y “boombera”. Su nombre actual más común le fue impuesto por Ferdinand von Mueller, en honor a su compañero John Macadam, científico y político australiano de origen escocés. Curiosamente, tal como nos recuerda una pequeña publicación del Bauple Museum, no se tiene constancia de que Macadam viendo tan siquiera un árbol o probando uno de sus frutos[2].
Aunque se suelen citar exclusivamente a estos dos científicos cuando se habla de la nuez de macadamia y darse la fecha de 1857 para su “redescubrimiento”, se sabe que el explorador Alan Cunningham vio las nueces de “Macadamia” en Tamborine Mountain en 1828. Ludwig Leichardt recolectó algún fruto de una especie no comestible en 1843; las notas de su diario son consideradas como la primera reseña científica acerca de este apasionante fruto, siendo él el primero también en recoger uno de sus nombres en uno de los idiomas aborígenes: “Jindjlli”, pronunciado “Yindilli” [3]. Sin embargo, sic transit gloria mundi y sus injusticias, en 1958, el Queensland Department of Primaries Industries adoptó de manera oficial el nombre de Macadamia que hoy se emplea habitualmente[4].
EL ÁRBOL Y SU FRUTO
Su área de distribución primitiva es el hemisferio sur. Estaba limitada al este de Australia (siete especies), Nueva Caledonia, Indonesia y Célebes. Más allá de su área natural, hoy se cultiva también en USA, África del Sur, Kenia, México, Guatemala, Costa Rica, Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, República Dominicana, Venezuela, Brasil e incluso de forma marginal en España y en África del Norte. En 1882 se introdujeron árboles de Australia en Hawaï a partir de semillas procedentes del Mount Bauple. Hoy, los mayores productores mundiales son Sudáfrica, Estados Unidos y Australia aunque la cosa puede cambiar en cualquier momento dado que, tras su introducción en Yunnan en 1991, China ya tenía la mayor área de cultivo de este fruto a nivel mundial (62% del total) hace 4 años, según un artículo del 23/10/2018.[5] El cultivo se centra principalmente en dos de sus especies, Macadamia tetraphylla y Macadamia integrifolia, por ser las que dan frutos comestibles, aunque destaca la segunda por la calidad de sus nueces.
El árbol, en sí, es de crecimiento lento y alcanza una altura que va de los 12 a los 30 metros, hallándose lógicamente los ejemplares más altos en el hábitat natural.
La nuez de macadamia es una drupa. Está formada por una almendra (fruto único o monospermo) encerrada en una cáscara redonda, lisa y de gran dureza (llamada endocarpio en botánica), protegida a su vez por el ruezno, un envoltorio fino y carnoso al igual que otras nueces (denominado mesocarpio). Crece en forma de racimo. Cuando ya está madura, el ruezno se hiende y la nuez cae.
A pesar de la extensión de su cultivo en constante progresión, la nuez de macadamia, no es barata y tampoco cabe esperar una reducción de su precio en el futuro. En consecuencia, cuando degustéis una nuez de macadamia o uséis algún cosmético elaborado con su aceite, hacedlo de manera consciente, con la certeza de estar disfrutando de un don de la naturaleza. Lo veremos con más detalle cuando se analicen las propiedades de la nuez de macadamia y sus usos.
[1] Marcia Barahona Cockrell y Ellen Sancho Barrante. Guanábana y Macadamia. Fruticultura especial, EUNED San José, Costa Rica, 1992, p. 53.
[2] The story of the Macadamia nut. Bauple Museum. www.bauplemuseum.com
[3] Id., p.2
[4] Ibid., p. 2
[5] http://spanish.xinhuanet.com/2018-10/23/c_137552656.htm